¿Ciencias o letras?

Las ciencias y las letras son ramas que difieren mucho la una de la otra. 
De un lado la ciencia se encarga de la explicación racional de distintos fenómenos a través de la experiencia, y del otro, las letras es el conjunto de estudios y disciplinas dedicados a la literatura, el arte y las ciencias humanas.

Siempre me han encantado las ciencias, experimentar, buscar esa explicación racional de las cosas, aprender y conocer cómo funcionan las cosas. En especial siento debilidad por conocer el funcionamiento del cuerpo y de la mente humana. 

Desde pequeñita mi vocación era ser doctora, en especial pedriatra. Me encantaba la idea de diagnosticar una enfermedad y curar, en especial a los niños (siempre he sentido debilidad por ellos). Siempre que mis padres me decían que me iban a comprar un regalo o cuando era navidad, yo elegía un juego de médicos. Aunque ya tuviese tres estetoscopios de juguete, yo quería más. Y es que no me cansaba de imaginarme con una bata blanca.

Mi sorpresa fue cuando estudié bachillerato. Me incliné por la rama de ciencias de la salud, ya que me encantaba química y biología, pero descubrí dos asignaturas que hicieron que me replanteara mi futuro.

La primera fue filosofía. Desde la primera lección en la que el profesor nos planteó las tres preguntas existencialistas: ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos? y ¿A dónde vamos?, sentí una curiosidad inmensa hacia esa asignatura. Me encantaba reflexionar sobre distintos aspectos de la vida, estudiar los distintos pensamientos de los filósofos más famosos de la historia, quería conocer, pero sobre todo quería saber. 
(Entrada donde amplío un poquito más mi afición por la filosofía AQUÍ).

La segunda fue psicología. El hecho de llegar a conocer e indagar en las sensaciones, las percepciones de nuestro alrededor, los procesos mentales y el comportamiento humano me apasionó. Me encantaba estudiar y leer a Freud, Maslow, Piaget y Pávlov.

LEER SÍ. Estudiaba ciencias y me gustaba leer. 

Desde que tengo memoria me gusta leer, aún recuerdo los primeros libros por los que sentí debilidad y se convirtieron en mis favoritos. Los leía y releía una y otra vez. La historia me sedujo hasta que a día de hoy sigan formando parte de mis favoritos.
Me refiero a la serie "Crónicas de la Torre" de Laura Gallego García (en este enlace podéis acceder a su página web para conocer más sobre estas obras https://www.lauragallego.com/libros/sagas/cronicas-de-la-torre/). 

Años después descubrí la maravillosa saga de J.K Rowling "Harry Potter" y añadí esos siete libros, junto con el estrenado hace escasamente un año "Harry Potter y el legado maldito" a mis favoritos.

Con todo esto y después de haberme examinado de selectividad, comenzó mi dilema: ¿Estudio ciencias? o ¿Estudio letras?. Difícil decisión. 

Vosotros pensaréis que al final me decidí por medicina, o por psicología o por filosofía. PUES NO. Al final estudié Derecho y es que el destino es muy caprichoso.

El Derecho es la ciencia que estudia las leyes y su aplicación y al final no difiere tanto de la medicina, ya que en la práctica de ambas disciplinas se te plantea un caso que tienes que examinar y al que debes encontrar una solución.

Tampoco difiere tanto de la filosofía. Encontramos la obra de Platón titulada "Leyes" en la que se replantea la ciudad utópica establecida en su obra "La República" e intenta mejorar dicha ciudad, deshaciéndose del adjetivo "utópico" y estableciendo diferentes leyes que la gobiernen.
Además, en la carrera contamos con una asignatura denominada "Filosofía del derecho" en la que estudiamos los fundamentos filosóficos de nuestro sistema normativo.

Con respecto a la psicología también guarda similitud. En concreto el derecho penal, que no es sólo el conjunto de delitos y penas, sino que su misión es proteger a la sociedad. Así, la psicología jurídica se encarga de facilitar el conocimiento de ciertos comportamientos tipificados como delito y ayudar a la reinserción de estas personas en la sociedad. Y dicha reinserción es el principio básico del sistema penal español. 

Así que al final, ya no sé si soy de ciencias o de letras. Siento curiosidad por ambas y me apasionan en el mismo grado. No puedo inclinar la balanza hacia un lado o a otro, porque... ¿Por qué elegir?.




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