Es hora de escuchar

Con referencia a la anterior entrada sobre la comprensión, esta no puede darse sin la escucha. Para comprender y ser comprendido, lo esencial es escuchar.

Y no es lo mismo oír que escuchar. Escuchar implica la capacidad de atención del individuo, es decir, su intención de escuchar lo que está oyendo.

Parece un lío. Pero se ve claro en el siguiente ejemplo: Se oye un ruido (al que no le prestas atención) y se escucha a una persona (a quien prestas tu atención para entender lo que está diciendo).

Pero... ¿escuchamos siempre con la misma atención lo que nos dicen?.

No. Se pueden dar diferentes situaciones.

En primer lugar, puede que nos ignoren. Ignorar significa no hacer caso de algo o de alguien, o tratarlos como si no merecieran atención.
¿Quien no ha escuchado alguna vez: "Es que no me escuchas"?.
Se da cuando a uno de los interlocutores de una conversación le da igual lo que la otra persona está hablando y no le interesa.

En segundo lugar, podemos encontrar las respuestas mecánicas. Estás respuestas se dan cuando fingimos que nos interesa lo que nos están contando y contestamos con respuestas del estilo: "claro...", "si..." O asentimos de forma mecánica con la cabeza, para dar a entender a la otra persona que la estamos escuchando cuando en realidad no es así.

En tercer lugar, encontramos la escucha selectiva. Este tipo de escucha se caracteriza básicamente por "escuchar lo que nos da la gana". Mientras que la otra persona se está comunicando ponemos atención solo a ciertas cosas de las que habla, obviando otras que no son de interés para nosotros.

En cuarto lugar, se situaría la escucha atenta. Los interlocutores hablan y se escuchan poniendo atención a lo que dicen.
Este tipo de escucha es la más común en una conversación, pero hay que ir un paso más allá.

Así, por último, encontramos la escucha empática. Ese tipo de escucha en la que, además de poner atención a lo que nos dicen, nos sentimos identificados y compartimos los sentimientos que nos están expresando.
Este último tipo de escucha es la que nos lleva a la comprensión.

¡Ya sabéis! Practicad la escucha empática y adentrarnos en el mundo de la comprensión.

(Imagen: http://www.klaverct.nl/spreken-is-zilver-luisteren-is-goud)

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